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Antonio Escobar Mendívez 

Nací en el balneario “La Boca del Río”, del distrito de Jequetepeque, a orillas de la Huaca “Dos Cabezas”. Mi madre, María Luisa Mendívez Ríos, me llevó de la mano entre gaviotas y pelícanos. Mi padre, don Hipólito Casiano Escobar Urcia, nos prodigó cariño y calor. Tenía una pequeña parcela, allí construyó nuestra casita de campo al lado de un añoso algarrobo. Con él nos dio su sombra, su fuerza y sus palabras cariñosas. Era un excelente contador de historias.

Fuimos dieciocho hermanos, catorce se han embarcado en el carruaje de la muerte, en viajes interminables de felices sueños, horizontales y silentes. Los demás estamos repartidos por diversos lugares de la patria, escuchando nuestras voces a lo lejos. Mamá era una mujer incansable, campesina de padres panaderos, hacía parir la tierra con esfuerzo y sudor. La pequeña parcelita cultivada con sus manos nos prodigaba camotes, arvejas, alfalfa, pepinos, maíz, zapallos. El mar siempre tan bondadoso, llenaba nuestras canastas con ancocos, cangrejos, muimuyes, caracoles, barquillos y algas; y la acequia que pasaba al lado de la casa, nos daba camarones y peces, que guisados por mi madre, con sazón exquisita, era una bendición.

La vida era entonces, con sus limitaciones, un cielo celeste con estrellas y nubes, como copitos de algodón.

Después tendríamos que trasladarnos a vivir a Jequetepeque, en la tranquilidad de sus calles, correteando y dibujando en la suavidad de su tierra, las huellas de mis pies. Allí en la Escuela Nº 241 empecé a estudiar la educación primaria. Francisco Reyna, fue mi primer maestro. Era un artista. Los lienzos que pintó para el decorado de la escuela y la música del vals “El Labriego”, que cantaba acompañado de su mandolina fabulosa. Se me grabaron tanto sus pinturas, que hasta ahora recuerdo las flores blancas del paisaje, el venadito tierno bebiendo agua del arroyuelo y los acordes de la melodía de aquel hermoso vals. Tenía una risa contagiosa de sonoras carcajadas. La manera de enseñarnos nuevos conocimientos fue para mí de mucha importancia, por eso terminé mis estudios en el primer puesto y fui querido por todos los profesores de esa vieja escuela, que hoy con otro nombre, existe en mi tierra natal. En la Gran Unidad Escolar “José Andrés Rázuri” de San Pedro de Lloc estudié el primer y segundo año de secundaria y en la Gran Unidad Escolar “Antonio Raimondi” de Pacasmayo, concluí mi jornada estudiantil. Con Andrés Ulffe Costilla (Ahora profesor cesante) y el poeta Elqui Burgos (residente en Francia) escribíamos y leímos diferentes obras literarias y formábamos círculos de estudios. Mientras el profesor de matemáticas explicaba las clases, yo devoraba, bajo el tablero de la carpeta, alguna obra literaria.

Residí en Pacasmayo hasta el año 1965 en casa de mi cuñado, el periodista Ernesto Medina Mattovich, poseedor de una hermosa biblioteca donde ávido leí, especialmente, los libros de poesía y narración.

Cuando cursaba el cuarto año de secundaria ocupé el segundo puesto en el concurso de poesía convocado por el Concejo Provincial de Pacasmayo con motivo del Centenario de la Provincia de Pacasmayo, con el poemario “Pacasmayo Homenaje”. Los poemas para este concurso me los solicitó mi compañero de clase Marcelino Burga Álvarez, quien los envió al concurso, sin consultarme; siendo una sorpresa la noticia en el diario “La Unión de Pacasmayo. En quinto año de secundaria, el Concejo distrital de Chepén convocó a concurso literario con motivo de su VI Semana. Allí fue premiado el poema “La Miseria y el Hambre”, con botón de oro y diploma de honor. Ese mismo año el Centro Social del Empleado de Pacasmayo, publicó las bases del Concurso literario al que presenté mi poemario “Mi amor es una sardina” el que ocupó el primer puesto.

Soy autodidacta. Me dediqué a trabajar y a estudiar sociología y literatura, preparándome para la vida. Hice pintura publicitaria y trabajé en diversas empresas.

En Jequetepeque, el año 1966, publicamos con Noemí Arana Cortez y un grupo de jóvenes la revista literaria “El Río”. En 1968 con Nora Lingán Rodríguez y Alejandro Zamora Saavedra, la revista literaria “Dimensión, y propiciamos el nacimiento del grupo literario “José Carlos Mariátegui”, con el que realizamos un ciclo de conferencias y recitales en el puerto de Pacasmayo.

El 1º de Enero del año 1969, me uní en matrimonio con la poeta Noemí Arana Cortez, residiendo en Lima los años 1969 y 1970. En Bellavista (Callao, nace mi hija Natasha (1969). En 1970 publico mi primer libro “La Miseria y el Hambre” con prólogo del vate ascopano Carlos del Río León y escribo crónicas y poesía para el diario “La Unión” de Pacasmayo, del recordado amauta del periodismo don Manuel Pastor Ríos, así como para el diario “La Gaceta” de Trujillo y “Primicias” de Chepén. En agosto de 1970 nace mi hijo Winston Pável Boris Antonio. Colaboro con “Inkari” en 1974, año en que nace mi hijo Luis Karim Yuván. Cada uno de mis hijos, empiezan a pintar desde los tres años, motivados con mi quehacer en este arte. Con ellos realicé exposiciones pictóricas en diversos lugares del Valle Jequetepeque y en alguna oportunidad con el excelente pintor costumbrista Eladio Ruíz, en la ciudad de Guadalupe. En 1975 publico el libro “Memoria de los Días” con prólogo del abogado y poeta Miguel MendiburoMendocilla. El 7 de julio de 1977 con Miguel Noriega Chiquilín, Carlos Horna Santa Cruz, Noemí Arana de Escobar, publicamos el primer número de la revista literaria “Runakay”. Esta publicación hecha en Semán (comprensión del distrito de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, Región La Libertad) ha alcanzado dimensión internacional, con sus 18 números y más de 65 separatas de escritores nacionales y extranjeros.

En 1978 publico el libro “Rumor del Hambre”, en 1979 el libro “Kurur” (“Ovillo”) con José Pinedo Pajuelo y Noemí Arana con prologo del poeta y narrador Oscar Colchado Lucio y el poeta Manuel Orlando Uceda Campos. Este mismo año con ocasión del aniversario de los héroes civiles nacionales guadalupanos Fernando, Justo Albújar y Manuel Guarniz, publico la separata “Trilogía Luminosa”. En 1980, el poemario “Madre”. En 1982 con la exposición de la revista literaria “Runakay” y recital poético realizado en el Instituto Regional de Cultura de Chiclayo, presenté el poemario “Tres voces de Runakay” con Natasha Escobar Arana y Noemí Arana Cortez. En 1984, toda la familia Escobar –Arana, participó el II Encuentro Nacional de Escritores de Literatura Infantil y Juvenil, realizado en Chiclayo. En 1984, con mi hijo Winston Pável Boris Antonio, participamos del IV Encuentro Nacional de Escritores de Literatura Infantil y Juvenil, realizado en Ica, donde presenté el libro de poesía infantil “El Grillito Serafín”. Freddy Gambetta, poeta tacneño, en una de sus cartas a fines de ese año, sugiere la idea de reunir a todos los poetas publicados por “Runakay” en un “Encuentro” que serviría para intercambiar experiencias e ideas literarias. Esta sugerencia se plasma el 6,7 y 8 de junio del año 1986, en el Primer Encuentro Nacional de Escritores realizado en Guadalupe, ciudad que se vistió de la palabra bella, al reunirse en el Tigres Club, Club Unión, Biblioteca Municipal y la Gran Unidad Escolar Nuestra Señora de Guadalupe, a más de 70 poetas venidos de diferentes partes de la patria. Este año, publico con el seudónimo de José Luis Martin, el poemario “Corazón de fuego” y asisto al V Encuentro Nacional de Literatura Infantil y Juvenil realizado en Trujillo. En 1988 publico el libro “Ronda de Amor, poesía para niños y se me otorga el premio a la calidad literaria por mis cuentos “Huellas” presentado al concurso “Historia de mi organización” convocado por el Centro Servicios Educativos Rurales (SER) de la ciudad de Lima. En 1989 publico las décimas “Canto y Camino”, en 1992 el libro “Remanso de Amor”. El año 2003 publico “Jequetepeque, Aurora en la Historia” (décimas) y el año 2004, el libro “Al Compás de la Espinela” (décimas). En el año 2007 “Poemas para todos los días, recitemos juntos” poesía para niños.

Entre los años 1980 y 1984 nos veremos inmersos en el periodismo radial con el noticiero “Foro 80” en radio “Albújar” de Guadalupe. Entonces pertenecía al Círculo de Periodistas “José Carlos Mariátegui” de la Provincia de Pacasmayo. También apareció en este lapso el programa radial para niños “La Barquita de Papel” conducido por mis hijos Natasha, Winston Pável Boris Antonio y Luis Karim Yuván (5, 9 y 10 años de edad) Ambos programas gozaron de amplia sintonía en el Valle Jequetepeque. Desde el año 1987 a 1988 dirigimos el programa radial Surco, por radio San Sebastián de Chepén y publicamos el boletín de noticias con el mismo nombre. (Surco)

Desde el 7 de julio de 1977 que apareciera el número inicial de la Revista Literaria “Runakay”, ésta circuló entre estudiantes y estudiosos de la literatura peruana. Hasta julio de 1983, se publicaron 18 números de la revista que tuvieron un itinerario glorioso en el Perú y el extranjero. En estas sucesivas ediciones logramos publicar trabajos de más de mil quinientos escritores y poetas noveles y consagrados. A la par que se editaban estos números de la revista, apareció la serie de separatas que vinieron a constituirse en ediciones personales de 68 escritores del Perú y el extranjero, además de la publicación de otros libros y dos de la serie Mayor de “Runakay” que dirigimos con el poeta y escritor Jesús Cabel Moscoso. La separata Nº 46 “El Arca de Papel” de Jesús Cabel, con ilustraciones de Natasha, Winston Pável Boris Antonio y Luis Karim Yuván fue reproducida íntegramente a todo color en Paraguay, por la editora Continental que publica el diario “Noticias” con un amplio tiraje.

La vida me ha dado la satisfacción de conocer a muchos artistas e intelectuales del Perú y el extranjero, amigos de un alma extraordinaria. Mis hijos han logrado profesionalizarse con éxito. Natasha, que publicara “Antología de la poesía Soviética” es Biólogo con maestría. Winston Pável Boris Antonio que se iniciara pintando y escribiendo poesía, estudió música en la especialidad Guitarra Clásica y es Licenciado en Administración. Luis Karim Yuván, es Abogado con Maestría en Derecho Civil y Comercial y cultiva la música. Mi esposa, además de excelente madre, estudió Inglés, es poeta y narradora; colabora y alienta el quehacer literario, siendo la principal crítica de mi obra. Actualmente tengo poesía y prosa inédita no reunidas en libro y listo para su publicación el libro de poesías para niños “Uní versos de ternura”, “Ballet de Amor” y “Entre el canto del agua las huellas del recuerdo” (Cuentos) y el libro de décimas “Cantar de Cima”

Actualmente soy Presidente del Centro de Desarrollo Cultural y Agrario “Runakay” y trabajé en la Defensoría Popular de este Centro, la misma que prestó asesoría legal a usuarios de las zonas marginales del Valle Jequetepeque de manera gratuita. Así mismo presté servicios en la Biblioteca de la Universidad privada “Juan XX” y en la Universidad Nacional de Trujillo con sede en Guadalupe. Resido en Semán, simpático centro poblado de Guadalupe, desde donde me comunico con el resto del mundo. Mis trabajos han sido publicados por diarios y revistas nacionales y han sido comentados en Perú, España, México, Argentina, Colombia, etc. Escribo en redes sociales virtuales de poesía. Mantengo correspondencia con escritores nacionales y extranjeros.

Aún vivo con el rumor del mar en mis oídos, el canto de las aves en mi micro ecosistema, rodeados de batracios, lagartijas, garzas, el verdor de los árboles, la música del viento, con el inmenso amor de mis hijos, de mi esposa, izando la aurora cotidiana en nuestros ojos.

Escobar vive en Semán de Guadalupe y es parte del Grupo Literario Namul.

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